No ha sido mucho tiempo, años,
que no me ganaban los celos
creí que los había dejado enterrados
ahí donde mueren los deseos
quién pudiera saber amar tranquilo
manos calladas y en paz
sin tener que estar envuelto de sigilo
sin poder dormir, o al menos, descansar
Gritando en silencio esas preguntas
que ni el eco quiere saber de ellas,
tal vez tu si las escuchas
o quizá se pierden en las estrellas.
Y al no recibir respuesta
o conocer de tu paradero
se aleja mi alma dispuesta
a buscarte en los esteros,
praderas, bosques, o adonde sea
No saber que haces me llena de duelo
me atrapa de desvelos